miércoles, junio 27, 2007

La historia de Iván Manuel Do Santos


La historia de Ivan Manuel Do Santos

"Ivan Manuel Do Santos no era no era de andar expresando sus sentimientos, ¿entiende?, el hombre tenia una cara inexpresiva y los rasgos eran duros, curtidos por el sol en el surco, los ojos increíblemente celestes, si, celestes, es que la madre era europea ¿vió?, no, no supe de que país vino, ¿Rusia, dice?, y puede ser, pero seguro no estoy, el padre también era rubio, pero del pago, en realidad no lo sé cierto, pero me parece que de la 8ª Sección, si, de este Departamento, mejor siéntese en la otra porque esa está media descolada, no sea cosa... bueno, le decía, de aquí de la 8ª y fue bien criado, de lo fundamental no faltó nada, la madre no se si estará viva todavía, mire, hasta hace unos quince años vivía, si, seguro, yo la conocía bien, el padre se fue cuando él era pequeño, si, un gurisito chico y tendría unos cuatro o cinco, mas o menos, bueno, no me acuerdo bien, pasaron muchos años, ¿otro mate?, ¿no?, bueno, decía que cuando el padre se fue, la cosa se puso difícil, y si, chismes ¿vió?, parece que por otra mujer, ahora, si es verdad, no sé, pero se fue, tuvieron que hacer lo que se podía, la gringa era muy trabajadora, muy luchadora, trabajo y trabajo todo el día, día y noche si cuadraba, no, ahora ya no se encuentran mujeres asi, ¿a usted le parece?, y puede ser, si usté dice... el asunto es que lavaba para afuera, hacia limpiezas, después se dedico a cocinar para los vecinos y allí la cosa se empezó a arreglar, si, cocinaba muy bien, recetas de aquí y recetas que había aprendido de los abuelos y los padres, de sus pagos, ¿entiende?, pero pruebe, pruebe, mire que están buenas...si, seguro, coma nomás, son recién hechas, ¿qué drama dice usté?, a, el asunto del Ivan Manuel, deje ver...para el sur, si, aquella loma después del monte de eucalíptus, allí fue que paso todo, ¿foto?, y si quiere tome, pero, ¿pa´que? si es solo pasto, nomás, pero si quiere déle, entonces le decía, inexpresivo el hombre, con el puchero asegurado y un techo, por pobre que sea es otra cosa, ¿no haya? y así se fue yendo la vida de esa gente, no, a ella nunca más se le conoció marido, seguro, si no salía nunca, siempre estaba en las casas... y si, el muchacho no conoció escuela, la rural estaba muy lejos y no tenía forma de ir, ¿caballo?, si, cuando mocito, pero al principio no tenían y cuando pudieron comprar, él ayudaba a la madre en el trabajo, así que tampoco iba, lo que aprendió se lo enseño la gringa, y supo hacer las cosas, no vaya a creer, mire que cuando creció todos creían que tenia liceo también por lo conocedor en muchos temas, si, sírvase nomás, ¿se dejan comer, verdad? ¿otro mate?, si, ella fue siempre rebelde, era anárquica, ¿cómo?, a eso, si, anarquista, y aquí en el campo era raro, mas bien muy raro, pero era y ella siempre decía que aquí estaba y aquí luchaba, se lo repito, era lindása la gringa, pero nunca se le conoció marido, seguramente fue por eso el asunto, el tipo también era extranjero, hacía poco había venido de las uropas, parece que era de la tierra de ella, si, se hicieron muy amigos, y si, el tipo estaba enamorado pero ella no, esa es la cosa, ella no, ¿no quiere más?, es verdá, mate y torta frita llena la panza del pobre, el hombre insistió tanto que al final pelearon y parece que perdió la cordura, como que lo había hechizado, no descansaba nunca, la acosaba, la perseguía, se le hizo obsesión, mire que lindo se ve poner el sol desde aquí, ¿en sus pagos también es tan lindo?, entonces le decía que la cosa se puso muy gruesa y el Ivan Manuel sufría en silencio, pero inexpresivo, vea, la propia madre le recriminó por eso varias veces, pero que podía hacer, todavía era mocito y un día el gringo desapareció, sin avisar, nadie sabia nada, como si se lo hubiese tragado la tierra, toda la vida de la gringa volvió a la normalidad y al poco tiempo se fue el Ivan Manuel del pueblo, que a la ciudad para estudiar, ella había juntado unos pesos, con eso lo mantenía, al tiempo el hijo la mando buscar, se había establecido en la capital, trabajaba en una fábrica, al parecer era dirigente de los obreros, y si, la madre era versada en esas cosas y ya le digo, eso debe haber sido hace unos quince años, no, nunca mas se los vio por estos pagos y mire que los buscaron, seguro, después que Don Nicanor encontró las cajas de casualidad, rompió una con el arado, ah, ¿no sabia?, parece que después de matarlo lo cortó en pedazos, puso uno en cada caja y después las enterró separadas, como para que el gringo no se pudiese juntar nunca más, del asco que le tenía, ¿pero quién lo podía pensar? Ivan Manuel era muy inexpresivo, ¿cuánto?, y si, mas o menos habrían pasado unos tres años, y se dieron cuenta por el reló que encontraron en una de las cajas, parece que tenia letras raras, yo no se porque soy analfabeto y disculpe, pero se sabía que era del gringo, el único que había por aquí, no, nunca más los vieron, y ahora debería tener unos treinta y cinco o cuarenta años, más o menos, probar no se pudo probar, pero nunca mas los encontraron, parece que se fueron del país, y si, yo los extrañé bastante, eran gente buena, de trabajo, ¿sabe?, yo los ayudé en lo que pude, dentro de mi situación, porque la veía como a una hija que nunca tuve y al botijita lo quería, pese a lo huraño, son cosas, uno siempre ha estado muy solo, ¿entiende? y bueno, así es la vida, hay que seguir, ¿ya?, y hace bien, antes que lo agarre la noche, sabe hacer frío aquí en el campo, no, por favor amigo, no me debe nada, no, guarde ese dinero que me ofende, tenga buen viaje, ¡cuidado al cruzar la cañada chica que esta crecida!."
El viejo quedó apoyado en la pared del rancho mirando alejarse al visitante. Lo vio sacar algo grande de la montura, ponerlo junto a la higuera cerca del alambrado, cerrar la portera, montar, saludar de lejos con la mano y partir al galope. La imagen se fue achicando. Por fin, desapareció.
Así se quedó rato, pensando y moviendo hojas secas con la punta del bastón, tenía algo trancado en el garguero. Decidió ir al almacén de Ramos Generales a compartir sus pensamientos. A la pasada miraría lo que dejó el hombre en el suelo, por curiosidad. Pa prevenir la helada, se abrigó bien.

"Mas o menos asi fue la cosa Don Pedro, viera lo bien que monta el hombre y que educado, que educado y que serio, seriáso mas bien, ni una sonrisa, duro pa mostrar los dientes, pero no se por qué – serán cosas de viejo nomás - tenía la sensación que me miraba con cariño, con un cariño especial pese a la seriedad, quien sabe. Cosa rara cuando se despidió – por eso le digo - porque dijo: " Cuidesé Don Cleverito". Si, Don Cleverito dijo, ¡pero clarito lo dijo!, no, no escuché mal, estaré viejo pero no sordo...¿y quién le va a decir?, náides, si llegó derecho al rancho, parecía saber bien el camino, bien baqueano el gringo, estoy seguro, el apellido le dije, pero el nombre no, ¡no vi´ajtar seguro¡ vea, ahora que lo pienso se me congela la sangre, ¿cómo fue a saber mi nombre el gringo che? y servime otra de caña y si quieren aquí los amigos también que hoy pago yo, no, ta bien que sea pobre, pero cobré la pensión ayer, vea, y quiero compartir.
(A nadie dijo del paquete junto a la higuera, que tenía una damajuana grande de vino tinto, diez quilos de yerba mate de la mejor, cinco paquetes de tabaco, hojillas, una horma de queso entera, una lata grande de dulce de membrillo, un mate de guampa lujoso con su nombre - lo único que sabía leer - y tirado entre todo, como al descuido, ese puñado de dinero que no había querido aceptar).

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